lunes, 31 de mayo de 2010

Trabajar con dignidad y vivir con dignidad.


Las especiales características geográficas de la Bahía de Cádiz y más concretamente en la población de San Fernando, con innumerables zonas intermareales y sus caños, han propiciado durante muchos años un inmejorable marco geográfico y ambiental para el desarrollo de especies singulares de bivalvos, como la coquina de La Isla, famosa por su excepcional calidad, la almeja fina, las navajas y muergos.

El marisqueo de estas especies ha supuesto, secularmente, el sustento para muchas familias que con la comercialización de sus capturas no solo les ha permitido ganarse la vida sino que han propiciado unas especialidades gastronómicas típicas de la zona con el consiguiente desarrollo de una actividad económica hostelera especializada.
Sin embargo, la actividad del marisqueo a pesar de una larga tradición a sus espaldas, en la actualidad sigue siendo considerada marginal y ello, es así, en buena medida por la falta de intervención pública en un sector que requiere de ordenación para alcanzar un desarrollo optimo.

Conscientes de esta necesidad, los mariscadores de La Isla tomamos hace ya dos años la iniciativa de constituirnos en Asociación, para la dignificación de nuestro trabajo, para salir de la marginalidad, para abandonar el furtivismo, para la creación de puestos de trabajo estables, pero sobre todo para transformar las condiciones de vida y de trabajo que hemos heredado de un sector tradicionalmente abandonado a su suerte.

Desde que la Asociación de Mariscadores de la Bahía de Cádiz vio la luz, comenzó a plasmar sobre el papel un proyecto que a nuestro entender daría satisfacción y cumplimiento a nuestros anhelos, a nuestro sueño de conseguir que el desarrollo de nuestra profesión se dignifique.

Este Proyecto consiste básicamente en conseguir la instalación en la zona de una Planta de Depuración y otra de Cría y Engorde del marisco que extraemos de las marismas y caños del entorno de La Isla. Estas instalaciones supondrían la creación de 33 puestos de trabajo fijos directos en el primer año y 73 en el plazo de cuatro años, como consecuencia de la regularización de las actuales condiciones de trabajo. En la actualidad la gran mayoría de los mariscadores carecen de seguridad social, por los costes inasumibles para ellos, motivo este por el que se trabaja sin acreditación administrativa, colocándonos en situación de ilegalidad para la practica de nuestro trabajo, igualmente sin derecho a prestaciones por desempleo y a la regulación de empleo, por estar “asimilados” en el mejor de los casos a “empresarios” o “ autónomos” y sin ningún derecho de prestaciones en caso de paradas biológicas, cosa que ni ocurre con los propios armadores del sector pesquero. La nuestra es una profesión que se ejerce al aire libre y en cualquier condición meteorológica y que conlleva altos riesgos laborales que carecen de toda cobertura, dado el tratamiento sociolaboral al que nos vemos abocados.

Creemos firmemente que nuestro Proyecto redundaría directamente, durante el primer año, no solo en la mejora económica de al menos una veintena de familias, sino que desde el punto de vista sociológico, supondría la creación de una estructura que ayudará a la consolidación y arraigo de una parte de la población, evitando con ello su emigración y dispersión o lo que es peor su marginación y exclusión social.

Nuestra Asociación ha solicitado a la Dirección General de Pesca, dependiente de la Consejería de Pesca y Agricultura de La Junta de Andalucía, ayuda y auxilio para la realización de nuestro Proyecto y que el mismo sea incluido en sus programas de subvenciones, pero por ahora, nuestro calvario continua, seguimos llamando a todas las puertas de la administración, aún, nuestro sueño de estabilidad y dignificación, sigue siendo solo eso, un sueño plasmado en un papel que recorre despachos y oficinas.

Por eso, nace este blog, para dar a conocer nuestra lucha y las vicisitudes, problemas, trabas y también los apoyos que nuestro Proyecto está teniendo.

En la certeza de que conseguiremos nuestros objetivos, los mariscadores de la Bahía no descansaremos hasta verlos cumplidos, porque la razón nos asiste, porque es nuestro derecho constitucional: Trabajar con dignidad y vivir con dignidad.


José Marin
Presidente de la Asociación